HIPERACTIVIDAD
CARACTERISTICAS PRINCIPALES DE LOS NIÑOS HIPERACTIVOS
Antes de señalar las principales características del niño hiperactivo hemos de decir que no tienen un comportamiento extravagante extraño o inusual durante la infancia.Mantienen conductas conflictivas sólo por la frecuencia que la mantienen, la intensidad y la inoportunidad del momento en el que ocurren.Estos niños tienen dificultad para controlar su conducta en presencia de otros y les resulta más fácil cuando están sólos.
No todos los niños hiperactivos mantienen las mismas características que a continuación se describen pero las dificultades de atención, impulsividad e hiperactividad son rasgos comunes que presentan todos los niños.
En casa tienen dificultades para seguir las directrices que se le marcan, para organizarse y parece que no escuchan cuando se les habla.
En el colegio cometen errores por no fijarse en los trabajos o en las diferentes actividades.
Con frecuencia saltan de una tarea a otra sin terminarla, ya que evitan situaciones que implican un nivel constante de esfurzo mental.
Con frecuencia actúa de forma inmediata sin pensar en las consecuencias.
Está inquieto con las manos o los pies y no puede sentarse quieto.
Está activo en situaciones en que es inapropiado.
Habla de forma excesiva , responde antes de que la otra persona termine, tiene dificultad para esperar su turno y frecuentemente interrumpe.
Lo más característico de estos niños es la excesiva actividad motora. Siempre están en continuo movimiento, corren, saltan por la calle, nunca quieren ir cogidos de la mano…
Su excesivo movimiento no persigue ningún objetivo, carece de finalidad.
Su comportamiento es imprevisible, inmaduro, inapropiado para su edad.
No son malos pero sí que son traviesos.
Se muestran violentos y agresivos verbal y fisicamente
Con frecuencia mienten y cometen hurtos.
La mayoría de los niños hiperactivos presentan dificultades en el aprendizaje.
El 40 ó 50% de los niños hiperactivos tienen un bajo rendimiento escolar.
Tienen dificultades perceptivas, con lo cual no diferencian bien entre letras y líneas y tienen poca capacidad para estructurar la información que recibe a través de los distintos sentidos.
Las dificultades de los niños hiperactivos estriban en la adquisición y el manejo de la lectura, escritura y el cálculo.
Son torpes para escribir o dibujar, tienen mala letra y cometen grandes errores de ortografía.
En calculo, se olvidan de las llevadas y operaciones básicas.
En lectura, omiten palabras, sílabas e incluso renglones, no comprenden lo que leen, pueden identificar las letras pero no saben pronunciarlas correctamente.
Tienen dificultad para memorizar y para generalizar la información adquirida.
Como dijimos anteriormente al niño hiperactivo le cuesta seguir las directrices que se le marcan en casa. El niño hace lo contrario de lo que se dice o pide.
Los padres tienen especial dificultad para educarles en adquirir patrones de conducta(hábitos de higiene, cortesía…).
Presentan cambios bruscos de humor, tienen un concepto pobre de sí mismo y no aceptan perder, por lo que no asumen sus propios fracasos.
Escrito por Mª Alvarez, y yo participe, en Eroski Consumer, Sección Psicologia y salud mental.
Un 4% de adultos sufre en España Déficit de Atención con Hiperactividad, trastorno que les impide desarrollar una vida normal.
o Por MARÍA ÁLVAREZ.
De origen desconocido, la mayor parte de personas que sufren Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) tiene antecedentes familiares. Los expertos estiman que en España el 4% de los adultos padece este trastorno y, aunque se considera que decrece en la adolescencia, se calcula que entre un 30% y un 60% de los niños que lo sufren seguirá con síntomas en la edad adulta. Los datos de un estudio publicado en el Canadian Medical Association Journal señalan que el porcentaje de adultos afectados a nivel mundial oscila entre el 2% y el 6%. Y en Estados Unidos, un informe de salud pública ha confirmado que aumenta entre los adultos el uso de medicación para corregir la falta de concentración debido a la hiperactividad, y lo hace a un ritmo más rápido que entre los niños. Actualmente no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia del TDAH. Sin embargo, una detección e intervención tempranas pueden reducir la gravedad de sus síntomas..
El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es un desconocido para la ciencia y, a pesar de ser una patología que se diagnostica y trata desde hace muchos años, aún no se ha encontrado la clave para conocer las causas que lo originan.
Aún no se ha encontrado la clave para conocer las causas que originan este trastorno.
Según explica Concepción Etiens Cruzado, psicóloga clínica de la Clínica Arga de Madrid, parece que existe una disfunción del lóbulo frontal y, desde el punto de vista neuroquímico, una deficiencia en la producción de importantes neurotransmisores cerebrales. Éstos son sustancias químicas que producen las neuronas, es decir las células nerviosas y para que se produzca una buena comunicación entre las neuronas y todo funcione normalmente debe existir la cantidad adecuada de determinados neurotransmisores, en este caso de dopamina y la noradrenalina. En las personas que padecen TDAH, según señala la psicóloga, «lo que se observa es que existe una producción irregular en estos dos neurotransmisores».
Pero además, como indica Cristina Weddle, del gabinete de psicología Previ, de Valencia, existe una combinación de factores, tanto biológicos como ambientales, que pueden ayudar a explicar por qué se padece el TDAH: Factores biológicos: El temperamento de la persona, que influye en su actitud y personalidad; lesiones cerebrales debidas a un trauma de nacimiento o a problemas prenatales. Además, el consumo materno de alcohol y drogas e incluso de tabaco predispone a padecer este trastorno. Y si el padre o la madre ha padecido el síndrome, sus hijos tienen un riesgo del 44% de heredarlo.
Factores del entorno: Entre ellos destacan el estrés familiar y las dificultades educativas. Las psicopatologías paternas, un bajo nivel económico, la marginalidad… un entorno inestable puede agravar de manera significativa el trastorno.
Teniendo en cuenta que estos factores afectan a una gran cantidad de población y no todos padecen el TDAH, la psicóloga Asunción Pérez, del madrileño gabinete Avance Psicólogos, argumenta que en la mayoría de los casos se trata de un modo de comportamiento aprendido, salvo casos excepcionales, como la presencia de un tumor cerebral. Sea de uno u otro modo, ¿cómo puede reconocerse al adulto que padece esta patología, cuáles son sus síntomas?.
Cuando una persona adulta padece TDAH no hay duda de que ha sido, en todos los casos, un niño hiperactivo, explica la psicóloga. Por ello, desde su infancia habrá presentado síntomas como inquietud, nerviosismo, dificultades para centrarse en una tarea o impaciencia. Cuando el trastorno ha pasado desapercibido o no se ha diagnosticado en la niñez, los adultos suelen experimentar problemas significativos en una o más áreas de la vida, síntoma de que se puede padecer el TDAH: .
o Ejecución inconsistente en los estudios o el trabajo: No terminan sus estudios, pierden los trabajos o renuncian con excesiva frecuencia a ellos. Además, poseen un historial de desempeño académico o laboral pobre.
o Poca habilidad para manejar las responsabilidades cotidianas: No suelen poder completar los quehaceres del hogar o las tareas de mantenimiento. También presentan dificultades para pagar las cuentas y organizarse.
o Problemas en las relaciones sociales: Les resulta difícil tener buenas relaciones laborales y personales al no completar las tareas, olvidarse de hacer cosas importantes o molestarse con facilidad por asuntos menores.
o Estrés y preocupación crónicos: Provocados por el fracaso en alcanzar las metas que se han propuesto y la imposibilidad de cumplir con sus responsabilidades
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o Sentimientos crónicos e intensos de frustración, culpa o reproche.
o Síntomas físicos: Taquicardias, diarreas, hormigueos en manos y piernas… Todos los síntomas de un cuadro de ansiedad.
Como explica la psicóloga Concepción Etiens, las consecuencias del trastorno revisten cierta gravedad, ya que muchos adultos hiperactivos se encuentran «de manera más o menos crónica en situaciones de desajuste familiar, social, económico y personal». Como indica la experta, muchos fracasan en los estudios desde muy temprana edad; bastantes, presentan un historial de relaciones sociales y afectivas fracasadas o abandonadas. Y un gran número de personas hiperactivas bebe o fuma en exceso, no administra bien su patrimonio y tiene problemas económicos frecuentes. Algunos hiperactivos cometen delitos que los llevan a prisión. Además, los afectados también presentan niveles de ansiedad y depresión más elevados que el resto de la población. Algunas personas pueden no experimentar problemas significativos hasta llegar a la universidad o en su carrera profesional. A veces, los progenitores pueden haber sido sobreprotectores y han podido reducir el impacto de los síntomas del TDAH hasta que su hijo o hija ha comenzado a vivir independientemente como adulto. Las soluciones.
Actualmente no se conocen medidas preventivas para reducir la incidencia del TDAH.
Sin embargo, una detección e intervención tempranas pueden reducir la gravedad de sus síntomas, labor que, como aseguran las expertas, siempre debe desempeñar un profesional cualificado, que será quien determine si los problemas que presenta el paciente se deben al TDAH, a alguna otra causa, o a una combinación de factores. El diagnóstico pueden realizarlo psicólogos clínicos, médicos (psiquiatras, neurólogos, médico de familia…), o trabajadores sociales clínicos. Lo importante, como subrayan desde Previ, es que tenga probada experiencia trabajando con adultos que presentan el TDAH, ya que esta dolencia en los adultos no es aún muy conocida y no siempre se les atiende correctamente.
Tras el estudio y diagnóstico de cada paciente, la necesidad de abordar el trastorno con terapia y con fármacos, o sólo con terapia, se determina en función de la severidad de los síntomas. Pero, como indican desde el gabinete valenciano Previ, el tratamiento ya supone un control, «y una atenuación de los síntomas que puede dar lugar a una buena adaptación y a que la persona se sienta mas responsable de su vida» .
El tratamiento farmacológico es una ayuda más para que este tipo de pacientes pueda funcionar y encajar mejor en la sociedad, indica la experta de la Clínica Arga, quien indica que los medicamentos utilizados habitualmente en el tratamientos del TDAH son los estimulantes del sistema nervioso central, como algunos derivados de las anfetaminas, «fármacos muy eficaces para reducir la hiperactividad e impulsividad y para ayudar a mejorar la atención y concentración», señala.
Desde la terapia se puede trabajar técnicas de aucontrol, de relajación de habilidades sociales, de solución de problemas y trabajo sobre ideas irracionales. Estas técnicas de modificación de conducta son fundamentales en el tratamiento del TDAH y son el único tratamiento elegido para los problemas leves de déficit de atención. Otras modalidades de tratamiento psicológico incluyen terapias enfocadas para la disminución de la ansiedad, las terapias para la mejora de las habilidades sociales y ciertas terapias de grupo.
Asimismo, la psicóloga Asunción Pérez explica la importancia que «construir una escala de valores» tiene en la mejoría de estos pacientes, que deben tomar conciencia de la importancia de «frenar y replantearse su modo de vida». Concepción Etiens señala que la solución puede estar también en el entrono familiar, que puede resultar de gran ayuda para un adulto hiperactivo. Pueden «servirle de refuerzo» en las conductas y habilidades que se consideran necesarias para llevar una vida normal y estable, implicarse en la resolución conjunta de problemas, así como tolerar sus altibajos o conductas no apropiadas.
Palabras Clave:adultos, causas, estres, hiperactividad, tratamiento, atención, frustración, metas, medicación, impulsividad